Cómo decorar el salón: sofás, cortinas, lámparas, espejos y otras ideas, fáciles para darle un nuevo toque

April 23, 2020

Todos necesitamos cambiar de aires de vez en cuando: he aquí algunas propuestas para transformar tu salón sin poner tu casa patas arriba.

A todos nos ha pasado alguna vez. Estás un día sentado en el sofá, miras a tu alrededor y piensas: "¿Cuántos años lleva ese aparador con el tirador roto? Tengo que darle un toque nuevo al salón". Este pensamiento también te puede asaltar fuera de casa, cuando visitas el piso nuevo de un amigo con un mueble de televisión blanco impoluto "porque el minimalismo se lleva mucho ahora"; cuando paseas por la calle y ves un escaparate de una tienda de decoración; o cuando te topas con el mítico catálogo de Ikea en la sala de espera del dentista.

Renovar los cojines, cambiar la mesita auxiliar, vestir el suelo con una alfombra, colgar una combinación de espejos... También puedes redistriuir el espacio, cambiar de sitio el sofá, la mesa, apostar por un papel pintado, renovar la funda del sillón... Todo vale con tal de que te sientas más a gusto. No conviene olvidar que el salón es la piedra angular de cualquier casa, centro de reuniones, de fiestas (aunque luego acaben en la cocina), de cenas con amigos...

Sigue estos consejos si estás pensando en darle un cambio de aires.

¿Para qué lo usas? Está debe ser tu primera pregunta. Si vives solo tendrás menos limitaciones que, si por ejemplo, tienes hijos y durante las tardes debes transformarlo en bibilioteca para hacer los deberes. Debes pensar si te conviene dejar espacios libres para hacer deporte o jugar con los niños, adaptarlo a tu mascota, si tu prioridad es relajarte y quieres apostar por un sofá grande...

Apuesta por lo que te gusta. Parece una obviedad, pero muchas veces nos dejamos llevar por opiniones ajenas. ¿Por qué no vas a poner esos cojines amarillo chillón que tanto te gustan? Reflexiona siempre cualquier cambio grande con algo de calma y date unos días para comprobar que tu opinión no ha cambiado, pero nadie te impide hacer de tu salón tu santuario, así que compra siempre lo que a ti te guste.

Soluciones a medida y almacenaje. Si tienes un salón de 50 metros cuadrados, probablemente no tengas que hacer malabares para almacenar toda una vida, pero si el tamaño es más estándar, lo mejor es que busques opciones a medida (o que se ajusten lo máximo posible al hueco que tengas) o de almacenaje. Aprovecha siempre los espacios muertos. Igualmente puedes elegir una mesa de centro que se abra y en la que puedas almacenar cosas. La practicidad es importante, sobre todo ahora que se llevan los espacios poco abarrotados.

Di sí a textiles y complementos. Nos puede parecer una tontería, pero a base de complementos y de textiles como fundas de cojín nuevas, se puede dar un cambio completo al salón. ¿Que te parece muy oscuro y quieres algo más alegre? Pues dale pequeños toques de color y arriesga.

Mezcla distintos estilos. Pocos tenemos claro el estilo que nos gusta. Y si encima sueles ir variando continuamente, lo mejor es que vayas mezclando diferentes cosas que te gusten y elijas una pieza como protagonista. Utilizar el sofá como punto de partida para la distribución es buena idea, ya que es el elemento clave de todo salón.

Diversifica. Hay muebles versátiles que pueden dar mucho juego. Por ejemplo, un puf. Puedes usarlo para almacenar cosas, para sentarte o como mesa auxiliar.

No acumules a lo loco. A todos nos termina costando desprendernos de ciertas cosas, pero conviene no acumular demasiado en un espacio como el salón, en el que vamos a pasar tanto tiempo. Llenar las estanterías de recuerdos y convertirlo en el escaparate de una tienda no es muy buena idea, piensa cuáles son tus piezas favoritas y no conviertas el salón en tu habitación de adolescente, porque te acabarás cansando. 


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